¿Para cuándo una Licenciatura en ventas?

«… Vendedor, comercial»: Solo con oír esto ya hay a quien le produce rechazo pues piensa en el vendedor que engaña, el comercial que solo va a lo suyo, «ese solo quiere coger la pasta», «ahora muy amable pero seguro que le pago y luego no me hace ni caso», «si no tienes trabajo ponte a vender cualquier cosa«, … Y es que la profesión esta largamente infravalorada e incluso denostada. ¿Por qué esto? Veamos algunas situaciones:

  1. Nos sobra una persona en almacén y para no prescindir de él le ponemos de vendedor.
  2. Un empresario coloca a su hijo en la empresa y porque es extrovertido le asigna la responsabilidad de las ventas.
  3. Un emprendedor diseña una App de Android y, sin ninguna habilidad comercial, sale a la calle a intentar venderla.
  4. Un empresario quiere coger un “buen vendedor” y hace un proceso de selección cogiendo al más “echado para adelante” y que tenga la mejor pinta y sonrisa.
  5. Cogen de vendedora a una chica amiga de alguien de la empresa pues la referencia es que es una persona alegre y simpática.
  6. Etc.

Y muchísimos ejemplos de contratar a cualquiera, tal vez el más barato y si en un tiempo no funciona como se desea se le despide y coge a otro (para repetir el proceso).
¿Y si los comerciales estuvieran colegiados? Quiero decir que si una empresa quisiera un vendedor debería acudir al Colegio Oficial de Vendedores y si quisiera escoger un Director Comercial al Colegio Oficial de Directores Comerciales teniendo que poseer los primeros, por ejemplo, el equivalente a un teórica diplomatura y los segundos licenciatura.
¿Se enseña realmente a vender en algún lado durante un tiempo prolongado y con prácticas de nivel? No. Tal vez en alguna multinacional o empresa muy grande. Para el 99,99% restante ahí te las compongas.
Abogo por una buena escuela comercial donde se enseñen las técnicas básicas y avanzadas, la profesión, la relación con las personas, los secretos del mercado, competencia, gestión del tiempo, etc. Que se enseñe LA VENTA, así en mayúsculas. Y que se realicen prácticas personalizadas y con seguimiento. Seguro que las empresas se rifarían a estos profesionales bien formados y no tendríamos los problemas actuales tratando de encontrar y filtrar buenos profesionales de la venta para las empresas.